Un "Chocolatito" sin el brillo de antes, pierde ante "El Gallo" Estrada

Sin los brillos de una ofensiva que lo llevó a ser unos de los mejores pesos pequeños del mundo, un Román “Chocolatito” González no pudo contra Juan Francisco “El Gallo” Estrada y perdió por decisión unánime este sábado en la Gila River Arena de Glendale, Arizona.

Se vio más que prudente, envejecido, más que aguerrido con una especie de timidez boxística. El boxeador nicaragüense se quedó atrás desde los primeros rounds y un rival que él ya conocía desde hace dos peleas atrás, se le volvió indescifrable.

La decisión de los jueces fue mayoritaria: 116-112, 115-113 y una tercer puntuación 114-114, que se sumó a una noche amarga para la escuadra del pinolero. Se vio peor que en la segunda pelea de esta trilogía. Los expertos notaron en el nicaragüense los estragos en los años de una carrera bastante enviadiable pero que da los avisos de que el final, puede estar más cerca de lo que se cree.

“Chocolatito”, el primer boxeador nicaragüenses en conquistar cuatro títulos mundiales en cuatro categorías de peso, no pudo reclamar el campeonato Supermosca del Consejo Mundial de Boxeo y suma una derrota a las 55 peleas que ha tenido, de las cuales ha ganado 51, 41 de ellas por la vía rápida.

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DEFENDIA, MÁS QUE RIPOSTAR  

Quienes apostaban por él, no lo entienden. Fue disciplinado como toda su vida de púgil, se preparó bien, pero la naturaleza se impone y los años le pasan factura, según se vio en los movimientos a ratos lentos de su cuerpo. “Cocholatito” se vio pesado, sin una respuesta eficaz contra el mexicano que impuso su ritmo casi todo el tiempo.

Intentó enderezar en el tercer asalto. Golpeó e hizo retroceder al mexicano, lo hizo tambalearse pero no caer. Los seguidores del pinolero creyeron que a partir de ahí seria el mismo gladiador de hace años, pero no, volvió a entregar el ritmo y su rival retomó el control y la confianza de nuevo.

En el cuarto asalto no hubo nada para nadie y regresó la esperanza a la escuadra del pinolero, pero en el quinto y después el sexto, “El Gallo” avanzó más, recibía golpes sí, pero los regresaba igual y con contundencias duplicadas a veces. Chocolatito no pudo frenar el contragolpe, aunque resistía, defendía más que ripostar.

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En el octavo, Chocolatito sacó los guantes de nuevo. Fue al frente, atacó, pero sus golpes en otros tiempos demoledores terminaban en el escudo de “El Gallo” Estrada que pareció impenetrable para la combinaciones del tetracampeón del mundo en los rounds que le siguieron.

En los últimos minutos, Chocolatito quiso mostrar fuerzas, pero ya era tarde, “El Gallo” ya había cantado.