Fraile expulsado de Nicaragua: “La iglesia está cantando la verdad, no se ha inventado nada”
Con monseñor Rolando Álvarez este religioso compartió tres años de trabajo. Sobre el obispo de dice que es "un pastor nítido y muy coherente".


- agosto 11, 2022
- 03:31 AM
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Fray Miguel Parra es un terciario capuchino que vivió en Nicaragua, donde fundó comunidades terapéuticas para jóvenes con adicciones. Sin embargo, no pudo continuar con su misión porque, al igual que otros religiosos, fue expulsado del país. Hoy, desde República Dominicana ora por la iglesia perseguida que está mostrando su mejor cara al decir la verdad, “aunque eso incomode al régimen opresor, caduco y prohibido de Ortega”.
“La iglesia está mostrando su cara más bella y es la de no callarse, vuelvo a decir como en mi libro Vive y deja vivir con una canción que aprendí hace muchos años ‘yo no puedo callarme van a perdonarme amigo mío, pero yo tengo un compromiso y tengo que cantar la realidad’ y eso es lo que hace la iglesia, está cantando la verdad, está cantando lo que hay, no se ha inventado nada, lo que hay es la realidad y eso le cae mal al gobierno orteguista”, dice.
Fray Miguel Parra asegura que el de Ortega-Murillo “es un régimen que definitivamente es de opresión, no hay otra manera de llamarlo, porque hace que la libertad desaparezca, pero nadie puede encarcelar de manera total y absoluta el pensamiento, no lo pueden matar aunque a veces el pueblo por miedo, por las circunstancias crueles de persecución, de vejación, de intimidación del gobierno, guarde silencio”.
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https://www.facebook.com/despacho505/videos/1198033854375102En Nicaragua, el religioso fue hostigado por la dictadura. Cuando oficiaba misa en la catedral de Matagalpa le mandaban instalar parlantes con música escandalosa y entraban a tomarle fotos.
“También recibí una amenaza por teléfono y luego me quitaron la licencia de conducir. Poquito a poco fueron cercenando mi libertad con vigilancia, acosándome”, recuerda.
El año pasado salió de Nicaragua a visitar a su madre en Costa Rica y ya no le permitieron volver al país.
CRUELDAD CON LA OBRA SOCIAL DE LA IGLESIA
El fraile lamenta la expulsión del país de las Misioneras de la Caridad, pero resulta más preocupante para él no saber si son las últimas en ser afectadas por el régimen Ortega Murillo.
“No sé si son las últimas (las Misioneras de la Caridad), porque ya están amenazando a otras comunidades religiosas para quitarle lo que tienen y quedárselo ellos.
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“En todo los países donde he estado no he visto algo como esto (ataque a la iglesia) y me ha tocado estar en lugares difíciles, hasta en Cuba, estuve en Bosnia y Herzegovina, en guerra, pero nada como esto, tan cruel”, agregó.
Con monseñor Rolando Álvarez este religioso compartió tres años de trabajo. Sobre el obispo de Matagalpa dice que es "un pastor nítido, muy coherente y sé que el desgaste emocional es abrumador, por eso lo admiro”.
En Venezuela, compara, el régimen ha atacado a la iglesia, pero está completamente seguro de que “en Nicaragua está siendo mucho más cruel”.