Dictadura arrecia guerra contra la iglesia: tres sacerdotes presos y al menos cinco encerrados en sus templos
“Ya es una guerra frontal, declarada de la dictadura Ortega-Murillo contra la iglesia Católica nicaragüense", advierte una investigadora.


- agosto 16, 2022
- 06:17 AM
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En las últimas 48 horas, el régimen de Daniel Ortega arreció los ataques contra la iglesia Católica y sus sacerdotes: ha aumentado a tres el numero de párrocos detenidos, y otros cinco encerrados en sus templos, prohibió las procesiones y quiere impedir la celebración de misas.
La dictadura ha centrado su represión en Matagalpa y sus parroquias, donde el obispo, monseñor Rolando Álvarez, cumple hoy 13 días de secuestro policial impuesto en la Curia Episcopal de esa ciudad junto a diez de sus colaboradores.
Para la investigadora Martha Molina, quien desde el 2018 ha recopilado 190 ataques a la iglesia en un estudio que presentó en mayo pasado, lo que pasa en Matagalpa y sus municipios “ya es una guerra frontal” de la dictadura Ortega-Murillo, contra la iglesia Católica nicaragüense, contra sus sacerdotes, sus obispos y laicos.
“Daniel Ortega le declaró la guerra a la iglesia y cada vez aumentará más la represión”, advierte.
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Este lunes, la Diócesis de Siuna denunció la detención del presbítero Óscar Benavidez, de la parroquia Espíritu Santo en Mulukukú, Caribe Norte de Nicaragua. Él religioso fue detenido la tarde del domingo al finalizar una misa. El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), calificó la detención como “arbitraria y abusiva”. Hasta ahora se desconoce acusación en su contra.
VATICAN NEWS: "CONTINUA EL ASEDIO"
El Cenidh criticó que el sacerdote haya sido montado en una patrulla sin explicarle los motivo y llevado con rumbo desconocido --en ese momento-- para sus acompañantes y familiares. Del religioso se supo hasta este lunes, cuando fueron informados en su parroquia que se encuentra en El Chipote, la cárcel política del régimen. Para la organización, el religioso fue secuestrado.

Por su lado, Vatican News, el portal de información de la Santa Sede, quien recoge en su portada al menos cuatro noticias relacionadas a la difícil situación de la iglesia católica nicaragüense destacó que Benavidez es el tercer sacerdote preso por el régimen de Ortega.
Hace dos meses, el 1 de junio, fue detenido el párroco Manuel Salvador García, de la iglesia Jesús de Nazareno, por los supuestos delitos de amenazas contra cinco fanáticos orteguistas y 12 días más tarde, el 13 de julio, monseñor José Leonardo Urbina, de la parroquia Nuestra Señora de Perpetuo Socorro y vicario de Boaco, fue acusado por supuestos abusos contra una menor.
CONTRA LAS MISAS
Ante la negativa de policías del régimen de permitir el ingreso de feligreses que asistirían a la misa esta mañana en la parroquia Santa Lucía de Ciudad Darío, el párroco, Vicente Martínez, decidió celebrarla en las afueras del templo. Ahí, tras una malla que rodea el templo los asistentes siguieron la liturgia y recibieron la eucaristía.
“Se están cometiendo graves delitos en contra de sacerdotes, obispos y laicos”, advirtió la investigadora Martha Molina al conocer los hechos.
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En el municipio de Terrabona, también de Matagalpa, el padre Aníbal Manzanares, denunció que sufre asedio tras haber denunciado en sus redes y en las de su diócesis, que el viernes pasado la policía le llegó a informar que estaba prohibido realizar “procesiones y actividades fuera de la iglesia”.
Mientras, al sacerdote de Rancho Grande, Fernando Calero, la policía le impidió viajar el domingo a la ciudad de Matagalpa para asistir a misa. El religioso dijo en un video que publicó en redes sociales que la policía detuvo su vehículo, que lo revisaron con violencia y le quitaron la documentación necesaria para circular.
Otros religiosos que han denunciado encierro forzado en sus templos y asedios son los de Ciudad Darío y Sébaco.
Mientras en Matagalpa continúa el secuestro de monseñor Rolando Álvarez. La Policía Orteguista informó hace 13 días que el obispo estaba bajo investigación, pero hasta ahora no ha mostrado avances.
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“Tal pareciera que el objetivo de la dictadura Ortega-Murillo es erradicar el catolicismo de Nicaragua y formar ellos su propia doctrina en donde los únicos adorados sea la familia presidencial”, criticó Molina, quien ve cada acción del régimen totalmente irracional.