Huesos hallados en el estómago del cocodrilo no son del niño nicaragüense, según forense

El padre del niño nicaragüense devorado por un cocodrilo no está conforme con el informe preliminar del médico e insiste en que se haga prueba de ADN

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  • diciembre 08, 2022
  • 06:52 AM

Los huesos encontrados en el estómago de un cocodrilo sacrificado en el costarricense río Matina serían de algún animal, pero no del niño nicaragüense Julio Otero Fernández, devorado por uno de esos animales el pasado 30 de octubre.

Así se lo informó un médico patólogo al padre del infante, Julio Rubén Otero, cuando éste último llegó el martes pasado a la Medicatura Forense de San José de Flores, en Heredia, a consultar por los exámenes que se realizarían a los restos encontrados en el animal, huesos y cabellos.

Otero explicó a DESPACHO 505 que debió viajar más de 100 kilómetros y gastar más de 30 dólares solo en pasajes, para ir a Heredia, porque él y su familia necesitan saber con urgencia si los restos hallados dentro del animal son los de su hijo o no.

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La muerte de su hijo ocurrió el pasado 30 de octubre, cuando el cocodrilo lo atacó y lo sumergió en el río. Una persona desconocida sacrificó al animal el pasado 26 de noviembre y, tras 11 días de que los restos estaban en poder de los forenses costarricenses, a Otero aún no lo había llamado para informarle sobre el hallazgo de las investigaciones.

MAL ATENDIDO

Otero decidió realizar el viaje desde el pueblo de Cuatro Millas, en Matina, provincia de Limón, hacia Heredia, y al llegar a la oficina los funcionarios costarricenses le recriminaron el por qué llegó sin avisar.

“¿Sabe qué me hace venir aquí? Mi instinto paternal, porque si yo no me muevo, aquí puede pasar un año o quién sabe cuántos años para que me den esos resultados”, les respondió Otero.

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Como no le daban respuesta, el hombre pidió hablar con el médico del caso. “¿Cómo voy a venir desde tan lejos a nada?”, les cuestionó.

Vía telefónica le pasaron a un patólogo de apellido Valverde. Otero recuerda que la conversación fue breve y más o menos así:

--¿Usted es don Julio?

--Sí, señor.

--Le tengo una noticia que no es muy alentadora. Los huesitos no son de humanos, por eso no le hemos hecho los análisis.

--Doctor, tenga más cuidado, porque todo el pueblo vio que sí eran los huesitos del niño. Y es un pueblo como de 500 personas. Y sacaron fotografías la gente, que sí eran huesitos humanos.

--Llámeme en 10 o 15 días.

NO QUISIERON HACER EXÁMENES

Otero pidió que le sacaran sangre a él y que además le hicieran prueba de ADN a los huesos hallados dentro del cocodrilo, pero el médico insistió en que eso era inútil.

“No hay necesidad de hacerle prueba de ADN a los huesitos, porque no son humanos. Pero déjeme ver qué hago. Llámeme en 15 días”, reiteró el patólogo.

La preocupación de Otero y su familia ahora es máxima, porque tienen miedo de que les den por perdidos los huesitos. “Creemos que son los huesos de nuestro hijo y queremos ir a enterrarlos a Matagalpa”, finalizó Otero.

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El niño Julio Otero Fernández fue devorado por el animal enfrente de su madre Margine Fernández, sus hermanos y otros familiares.

Tras ser sacrificado el animal, las autoridades ambientales costarricenses anunciaron una investigación para hacer pagar penalmente al responsable de la muerte del cocodrilo.

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