Los huesos hallados en el estómago del cocodrilo en Costa Rica sí son del niño nicaragüense
Hace dos meses sus padres regresaron a Nicaragua. El sábado uno de ellos viajará a Costa Rica para traer los restos de su hijo y sepultarlos en Rancho Grande.


- mayo 19, 2023
- 06:31 AM
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Casi siete meses después que a su hijo de ocho años de edad lo devorara un cocodrilo en Costa Rica, el matrimonio nicaragüense de Margine Fernández y Julio Rubén Otero recibió la confirmación de parte de las autoridades forenses de que los restos encontrados dentro del animal sí son los del niño Julio Otero Fernández.
Hace un mes y medio el padre fue a la Medicatura Forense de San José de Flores, en Heredia para realizarse un examen de ADN, explicó a DESPACHO 505 su esposa Margine Fernández y le indicaron que regresara un mes después por los resultados.
Sin embargo, cuenta Fernández, vivir en el lugar donde ocurrió la tragedia, en Matina en la provincia de Limón, ya no era tolerable. Les hacía tener permanente en la memoria a su hijo, principalmente a ella que fue testigo del hecho. Se habían ido a Costa Rica hace cuatro años a buscar mejor vida, pero solo hallaron la desgracia.
"Es duro para nosotros eso. Ha sido difícil", dijo entre sollozos la madre.
Desde hace dos meses la familia está de regreso en Nicaragua, en su casa en Rancho Grande, Matagalpa, y Julio Rubén Otero no ha podido viajar a Costa Rica. Una hija de ambos llamó a la Medicatura y le dijeron que ya estaban los resultados, que eran positivos y que llegaran por los restos del niño.
Julio Rubén Otero saldrá este sábado para San José, Costa Rica y traerá a Nicaragua los restos de su hijo para sepultarlos en Rancho Grande.
La muerte del niño Julio ocurrió el pasado 30 de octubre, cuando el cocodrilo lo atacó y lo sumergió en un río de Matina cercano a su casa, adonde había llegado la familia a refrescarse, menos el padre.
Una persona desconocida sacrificó al animal el pasado 26 de noviembre y se encontraron dentro de su estómago unos huesos que fueron analizados por los forenses costarricenses.
LA TRAGEDIA
El 30 de octubre del año pasado era domingo, hacía mucho sol, había un calor intolerable y Margine, una hermana de ella y los hijos de ambas se fueron a refrescar al río Matina en la provincia de Limón.
Cerca de las cuatro de la tarde estaban todos ya a la orilla del río, en lo seco, recién bañados. Margine estaba cerca de su hijo cuando de sorpresa el animal salió del agua.
“Estábamos todos sentados en la arena y casi nos cayó encima. Vi cuando atacó al niño y me lo metió al río. Yo me quedé gritando. Estaba sola con mi hermana y los niños. No hallaba qué hacer. El animal volvió a salir con el niño, pero hasta como hora y media después, al otro lado del río”, relató Margine Fernández a DESPACHO 505.
Julio, el papá, trabajaba en una bananera y ese día no quiso ir a bañarse. “No sentí ir yo. Quién sabe qué sería. Como que todo estaba escrito ya”, comenta el progenitor, de 46 años de edad.
“Si yo hubiera estado ahí hubiera luchado hasta la hora de mi muerte con ese animal. Desgraciadamente no estaba ahí yo”, dice.
Era la primera vez que el cocodrilo atacaba en esa zona del río, pues, explica Julio Otero, nunca habían escuchado de su presencia en la zona.
Desde entonces la vida no es la misma en el hogar de los Otero Fernández. Los otros hijos de la pareja, de 16, 15, 11 y 3 años de edad sufren igual. Al inicio el más pequeño preguntaba por su hermano desaparecido todos los días.
“Siempre lo voy a llevar en mi mente y en mi corazón todos los días de mi vida”, dijo en su momento Julio Rubén Otero sobre su pequeño, a quien recuerda como un niño juguetón y muy dinámico en su escuela.