Monseñor Silvio Báez: "Rolando nunca negociará" su destierro y "pido a la Iglesia denunciar esta injusticia"

Monseñor Silvio Báez es la única voz de la Iglesia de Nicaragua que se ha referido a lo ocurrido con monseñor Rolando Álvarez en las últimas horas: no ha puesto en cuestión la veracidad de las negociaciones ni la versión de la negativa del religioso a ser desterrado

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  • julio 05, 2023
  • 09:19 PM

Tres días en vilo por la negociación de la excarcelación de monseñor Rolando Álvarez han terminado con su retorno a la cárcel. Él mismo ha puesto el punto final al segundo intento de la dictadura por expulsarlo de Nicaragua. Ha preferido la cárcel que el destierro. Una decisión "dolorosa", pero coherente con la "conciencia" del obispo de la Diócesis de Matagalpa, ha exaltado monseñor Silvio Báez en un texto en el que pide públicamente a la Iglesia "denunciar esta injusticia".

"Comprendo la dolorosa decisión que ha tomado mi hermano obispo y lo apoyo", se lee en una reflexión compartida por el obispo auxiliar de Managua, la única voz de la Iglesia de Nicaragua que se ha referido abiertamente a lo que ha ocurrido con monseñor Álvarez en las últimas horas.

Expresa que como ciudadano "inocente", monseñor Álvarez "tiene derecho a vivir libre en su país" y -explica- que al ser "un obispo pastor no se va lejos de su pueblo porque una dictadura se lo impone. Yo hubiera actuado igual, aún pagando un precio de dolor", admite al recordar que dejó Nicaragua por obediencia.

Once meses preso lleva monseñor Álvarez, el único alto jerarca católico que ha pisado una cárcel en más de un siglo en América. Desde febrero, cuando Daniel Ortega dio la orden de enviarlo al Centro Penitenciario Nacional, el reclusorio de máxima seguridad conocido como La Modelo, solo han permitido verlo en una ocasión, cuando recibió una visita de sus hermanos que terminó convertida en un show mediático por el orteguismo.

LA SEGUNDA OFERTA DE CÁRCEL O DESTIERRO

Este lunes, el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez fue sacado de La Modelo mientras se daba bajo secretismo un diálogo entre la dictadura, el Vaticano y el Episcopado al que Ortega llevó la oferta de excarcelarlo por la vía del destierro a Roma. Incluso, se llegó a considerar la salida de todos los religiosos que purgan prisión en Nicaragua: "cárceles libres de sacerdotes", confió una fuente eclesiástica a DESPACHO 505 antes de que se cayeran las pláticas.

La mala señal la dio el cardenal Leopoldo Brenes cuando, en tono molesto, dijo a medios locales que todo lo informado sobre la excarcelación del obispo de Matagalpa, incluso en medios internacionales, se trataba de una especulación. En paralelo otras fuentes coincidieron en que la negativa del obispo a ser sacado del país provocó que fuera regresado a la cárcel.

https://twitter.com/silviojbaez/status/1676753087392890886?s=20

Monseñor Báez no ha puesto en cuestión la veracidad de las negociaciones ni la versión de la negativa de monseñor Álvarez a ser desterrado. Todo lo contrario, ha expresado su compresión y reafirmado su compromiso a seguir denunciando "el crimen que comete la dictadura sandinista" contra el obispo de Matagalpa.

"Seguiré exigiendo su liberación y orando por él cada día para que sea fuerte y tenga esperanza. Le pido a la Iglesia denunciar esta injusticia y seguir orando por él", agregó.

El obispo auxiliar de Managua, actualmente exiliado en Miami tras ser llamado por el Papa ante amenazas de muerte, recordó que, en agosto del 2022, cuando monseñor Álvarez permanecía secuestrado en el Palacio Episcopal, le confió en una conversación telefónica que “no se iría de Nicaragua por ningún motivo, a menos que el Papa se lo mandara".

BAÉZ: ES UNA DECISIÓN DE CONCIENCIA

“Conozco a Rolando y nunca negociará una decisión de conciencia que ha tomado y que yo comprendo plenamente. En 2019 yo habría hecho lo mismo que él. Yo nunca me hubiera ido desterrado de mi país. Si salí fue en obediencia al Papa que me lo mandó”, explicó Báez en el texto que compartió en redes sociales.

Fue ese agosto de 2022 que comenzó el calvario del presidio político para el obispo Álvarez, primero bajo secuestro domiciliar y, luego, desde el pasado 9 de febrero, interno en La Modelo.

El religioso fue enviado al penal como castigo por negarse a abordar un avión para ser desterrado a Estados Unidos junto a otros 222 presos políticos. Dejar Nicaragua fue una opción que rechazó desde mucho antes de ser encarcelado, pese al riesgo que corría por ser la voz de la Iglesia católica más crítica a la dictadura de Daniel Ortega. Es una "decisión en conciencia ante Dios", subrayó Báez este miércoles.

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ELOGIAN LA VALENTÍA DE MONSEÑOR ÁLVAREZ

La activista de derechos humanos, Bianca Jagger que había citado información sobre las negociaciones, dijo que Álvarez se encontraba “atrapado en una situación dura y tensa”.

Por su parte el ex aspirante presidencial y excarcelado político Juan Sebastián Chamorro expresó su tristeza luego de conocer que monseñor Álvarez permanece encarcelado al tiempo que elogió su valentía.

“Estoy convencido que esta decisión valiente tendrá su impacto en la lucha por la libertad de Nicaragua. En un futuro entenderemos el objetivo de semejante sacrificio por los demás”, apuntó Chamorro.

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El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo no se ha pronunciado sobre la negociación y la negativa del religioso a exiliarse, tampoco el Vaticano ni de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.

ÁLVAREZ JAMÁS PERMITIRÁ UNA NEGOCIACIÓN

La investigadora y abogada Martha Molina también ha destaca la fortaleza del obispo de Matagalpa: “(la dictadura) no te doblegará jamás. Eres grande monseñor Álvarez”, ha sido su primera reacción.

Molina tiene la certeza de que el obispo de Matagalpa “jamás va a permitir una negociación que vaya en contra de sus principios religiosos, cristianos, humanos y también por el gran amor que le tiene a su patria”.

No obstante, la investigadora no pierde la esperanza de ver al obispo de Matagalpa en libertad junto a los demás presos políticos: “Sabemos que este tipo de ciudadanos que son tan críticos al régimen y que no aplauden las arbitrariedades ni las vulneraciones de derechos humanos, ni son cómplices ni compinches, no tienen espacio en el país lleno de dictadura”.

Molina recuerda que si esas voces disidentes se quedan en Nicaragua corren el peligro de ser nuevamente “criminalizadas y hasta los paramilitares los podrían asesinar”.

“El único espacio que ellos tienen que es seguro es en la comunidad internacional”, zanja.

El 4 de agosto del 2022, monseñor Rolando Álvarez fue encerrado junto a un grupo de sacerdotes y laicos en la sede del Palacio Episcopal de Matagalpa. La Policía Orteguista lo acusó de organizar “grupos violentos, incitándolos a ejecutar actos de odio en contra de la población, provocando un ambiente de zozobra y desorden” en contra del Estado de Nicaragua. Quince días después, el 19 de agosto, fue secuestrado por las fuerzas policiales y trasladado a Managua bajo la figura de arresto domiciliar.

En una comparecencia pública el 9 de febrero, el dictador Daniel Ortega tildó al religioso de “energúmeno” y confirmó que Álvarez había sido enviado a La Modelo donde desde entonces permanece recluido. El 10 de febrero la justicia Orteguista lo condenó a 26 años de cárcel y lo despojó de su nacionalidad.

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