La diáspora abraza a Sheynnis Palacios en Costa Rica

Los nicaragüenses exiliados en San José, Costa Rica, han abrazado a su reina Sheynnis Palacios. Decenas de personas se han agolpado en el Aeropuerto Juan Santamaría para recibirla en un hecho que por ese lado sabe a miel sobre hojuelas, pero del otro, limón sobre heridas. Los que huyeron del régimen de Daniel Ortega al país vecino han sido los afortunados de darle la bienvenida en San José a la Miss Universo 2023.

Los nicaragüenses en Managua se han quedado con la resignación de haberla despedido la mañana del 3 de noviembre en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino. Las imágenes de Managua de aquel día son de un júbilo espontáneo. La despedida ocurrió con la esperanza de recibirla ahí mismo convertida en Miss Universo, pero el régimen ha arrebatado ese anhelo.

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"Me siento orgullosa de recibirla", dijo una joven de origen esteliana que llegó a la terminal aérea con un gran cartel de bienvenida. Las posibilidades de que Sheynnis Palacios regrese a Nicaragua son nulas. Indirectamente, el régimen la ha señalado de ser parte de un complot para derrocarlo desde el mío día que se coronó como Miss Universo al impedir a la aerolínea Avianca la dejara abordar en su regreso.

"Con un pedazo de cielo, mi Nicaragua se formó", coreaban mujeres y hombres, niños y niñas. "Nicaragua mía", del compositor Tino López Guerra se ha convertido en un himno que hincha el corazón de los presentes. Desde tempranas horas, los nicaragüenses viajaron a la capital costarricense, desde todos los puntos cardinales para verla aún sea de lejos.

"Estamos alegres. Lo importante que ella sienta el calor humano de su gente en Costa Rica", dijo Marianella Castillo, otra nicaragüense que se encontraba en el aeropuerto. "Viva Nicaragua, viva Nicaragua", gritaban algunos nicaragüenses. Los presentes están consciente de que esa bienvenida vale por dos, por los exiliados que huyeron a Costa Rica y por lo nicaragüenses que resisten al otro lado de la frontera.