Roberto Artavia: “En Nicaragua es indispensable el aislamiento social de dos a cuatro semanas”
Roberto Artavia sugiere al gobierno de Daniel Ortega activar una serie de medidas de mitigación para los más pobres.


- marzo 24, 2020
- 03:30 AM
- Despacho 505
- Copyright Despacho 505
El asesor de Amcham sugiere al gobierno de Daniel Ortega activar una serie de medidas de mitigación para los más pobres.
MANAGUA — El presidente del Consejo Directivo del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae) ha recomendado al régimen de Daniel Ortega aplicar el distanciamiento social de entre dos a cuatro semanas para evitar la propagación del coronavirus (Covid-19). Empresarios y población en general han demandado que se declare una cuarentena, pero las instituciones públicas se niegan a aplicar para no afectar más la raquítica economía.
“Es indispensable el aislamiento social de dos a cuatro semanas, si se hace integralmente. El aislamiento social es total. Es importante entender que teníamos un mundo el uno de marzo y el uno de abril estará totalmente cambiado”, ha dicho el profesor del Incae en una conferencia virtual organizada por la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham), de la que es su asesor.
LEA MÁS: Coronavirus amenaza con hundir más la economía
Esa cuarentena, siguió, significa que vayan a sus casas todas las personas que puedan teletrabajar y las más vulnerables, sea cual sea la situación. Sin embargo, que, a nivel reducido, continúen con las labores el personal que es indispensable para el abastecimiento de bienes esenciales, como alimentos, bebidas, productos de higienes y salud; y los servicios financieros, logísticos y de distribución.
Esa fue una de las dos medidas que el catedrático de la principal escuela de negocios de la región centroamericana le recomendó a Nicaragua. La otra tiene que ver con un plan de mitigación para los más pobres, tal como lo han hecho ya algunos gobernantes. Nayib Bukele, el presidente más mediático de Centroamérica, anunció la semana pasada un plan de contingencia para rescatar a población económicamente vulnerable de El Salvador.
“En segundo lugar, activaría de manera inmediata una serie de medidas de mitigación para los más pobres que tienen que ver con la gestión de sus créditos comerciales, de sus créditos de vivienda, del acceso a un ingreso mínimo, el acceso a servicios sociales y distribución de alimentos en sus comunidades”, añadió el especialista del Incae en una conversación en la analizó la crisis sociopolítica que vive el país de abril de 2018.
EN ECONOMÍA: ¿Qué impacto tendrá el coronavirus en las remesas?
“No es lo mismo estar encerrado en la casa de un gerente de empresa, que en la casa de una familia que ya vive en un ambiente sumamente limitado, con espacio limitado; en este sentido la activación de otros mecanismos que tienen que ver con los mensajes radiales, telefónicos, televisados, se vuelven fundamentales para una población que vivirá momentos complejos”, instó.
El catedrático se refirió a inacción del régimen al mantener su Plan Verano y promover la aglomeración de personas, por mencionar algunas. “No la entiendo, y creo que nadie en el mundo la entiende. De hecho, ya hemos empezado a ver artículos (periodístio) donde ven a Nicaragua como una amenaza del resurgimiento del virus en países vecinos que lo han manejado en otra forma, y claramente, esto es indeseable”, mencionó.
Artavia consideró que es importante que la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), la iglesia Católica, las cámaras del sector privado y la sociedad mantengan un ojo vigilante, para que la suspensión de garantías sea por razones sanitarias, y no se convierta en una práctica común, para ampliar el control del Estado, por parte de a dictadura.
Consultado por el impacto económico de la crisis sanitaria, mencionó que es posible una devaluación, pero “no quiere decir que vaya a ocurrir”. “Nicaragua ha mantenido una disciplina fuerte en el control monetario y la inflación, y consecuentemente su devaluación. Hablar ahora de un valor relativo de una moneda es muy difícil”, comentó.
Recordó que Nicaragua cumple en 2020 tres años de recesión, un alto nivel de desempleo y un fisco afectado por la caída en las contribuciones. “Tenemos una economía más pequeña, menos comercio internacional, menos empresas cotizando al fisco y en ese sentido vamos a ver una merma de reservas, de la capacidad fiscal y una presión enorme en la política monetario diferente”, dijo.