Analistas: Ortega "se cierra más y deteriora su régimen"
Advierten que el caso de España es grave para la dictadura, por la influencia de ese país en la Unión Europea, el bloque de países que ha endurecido su postura con contundentes sanciones a los operadores del orteguismo.


- marzo 11, 2022
- 01:21 AM
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Daniel Ortega “se cierra más” y “deteriora más su régimen” ante una comunidad internacional a quien no sorprende sus bandazos en política exterior, dicen analistas ante las acciones más recientes de la ofensiva diplomática de la dictadura.
Además, ven una coincidencia: Ortega no perdona a embajadores críticos que representan a países que han rechazado individual o en colectivo, que se mantenga en el gobierno por la fuerza y defienda una sistemática violación a los derechos humanos. Ortega los ataca y lo ha hecho sin usar una sola letra del lenguaje diplomático.
Sus dos últimos incidentes fueron con el representante del Vaticano ante su gobierno, el nuncio Waldemar Stanisław Sommertag a quien forzó a dejar el país el fin de semana pasado, y este jueves que radicalizó su postura contra España al retirar su embajador ante ese país. Hace dos semanas, Ortega retiró credenciales al representante de Colombia en Managua tras lanzar contra el país suramericano una retahíla de acusaciones e insultos.
“El caso de España es particularmente relevante porque destaca como el país que más influencia a los países de la Unión Europea”, dice el analista para Centroamérica de International Crisis Group, Tiziano Breda. “Este país junto a Alemania, Italia y Francia, son los que más peso tienen por así decirlo, en la formulación de una postura de la Unión Europea y América Latina”, explica Breda.
De acuerdo a los expertos, hoy solo es el estallido de dichos, posturas e idas y venidas de cartas diplomáticas, en los siguientes días, se podrían ver consecuencias más reales producto de esta fricciones, entre ellas más sanciones contra el régimen.

ORTEGA SE COMPLICA SOLO
Los analistas creen que los embajadores han actuado según los lineamientos de los países representados. Colombia, España y El Vaticano han llamado al régimen, cada quien con su estilo, a deponer sus actuaciones dictatoriales y encausar al país a la democracia. Ortega por su lado los ha ignorado y al contrario levanta contra ellos frentes de lucha.
Recuerdan que esos países no han sentado posiciones cada uno desde su punto en los mapas donde la geografía mundial los coloca, lo han hecho en foros internacionales multilaterales como la Organización de Estados Americanos y las Naciones Unidas, y ahí, esas posiciones han encontrado respaldo. El régimen por su lado, se ha visto solo y con la compañía de unos pocos regímenes que padecen su mismo mal.
Para el politólogo Alberto Cortés, esas arremetidas contra los embajadores no le benefician en nada a Ortega, ni al país que dice representar, aunque sea por el uso de la fuerza. “Se aísla más internacionalmente. Y lo hace solo”.
El también analista Santiago Cantón, de Diálogo Interamericano, resume la tragicomedia diplomática de los Ortega-Murillo en una sola oración. “Se trata de una dictadura y no cualquiera, unas de la peores que haya tenido América Latina”.
“Esta dictadura ha demostrado que no conoce el límite, actúa, aunque ella misma pague las consecuencias, aunque haga pagar a sus seguidores y al país que ha dicho claramente que no lo quiere más en el poder”, agrega.
UN MAL DESEO: “EMBAJADORES CALLADITOS”
Cantón dice que para entender estas acciones del régimen hay que ver lo que ha venido haciendo en el pasado con el fin de continuar atornillado al poder. Recordó, por ejemplo, que ha hecho de todo para callar a la prensa crítica: “se ha tomado medios de comunicación y tiene entre sus presos y condenados a periodistas que solo cumplían con su trabajo que es informar”.
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“Después ha desarticulado a la sociedad civil organizada quitándoles sus personerías. ¿Cuál sería su límite? No lo tiene, es una dictadura peligrosa, un problema interno de Nicaragua y de América Latina, actúa contra quien sea y escoge las armas que quiere, ya los vimos cuando ordenó matar a estudiantes, quiere que el mundo calle ante eso”, dice Cantón.
Los analistas coinciden en que Ortega no puede ni debe esperar que los embajadores guarden silencio ante sus desmanes. Recuerdan que la comunidad internacional ha sentado posiciones sobre sus malas acciones. Y lo ha hecho claramente. Una treintena de países ven su mandato como ilegítimo por haberse elegido de forma amañada y han exigido tajantemente nuevas elecciones, organizadas honestamente y con observación independiente.
“Ortega pretende silenciar a los embajadores y representantes diplomáticos en el país, cree que puede lograrlo en la práctica, pero a costa de reforzar el deterioro de la imagen del país en la comunidad internacional”, advierte por su lado Cortés. “Las consecuencias de esas posiciones es un mayor aislamiento internacional de Nicaragua”.
EFECTO BOOMERANG
Tiziano Breda cree que al final los pasos radicales se le devolverán al régimen como efecto adverso. Tomó como punto de partida lo que puede pasar tras la crisis abierta con España.
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“Este capítulo que abrió el régimen, no solo deteriora sus relaciones con un bloque europeo, sino que habría una mayor disposición de esos países a imponer más y más fuertes medidas sancionatorias”, explica.
Y es que la Unión Europea y sus países han hecho bloque común para sancionar a los operadores políticos del régimen y al mismo centro de poder familiar del régimen. Rosario Murillo, los hijos de Ortega y demás familiares que han metido en el gobierno contra ley expresa, encabezan las últimas sanciones.
“Las democracias del mundo no van a detenerse, mantendrán al dictador aislado, ya sea por acciones que lo hagan a él encerrarse por su cuenta o por acciones de cada país que vea en Ortega lo que es, un enemigo peligroso en la región”, advierte Cantón.