El 18 de abril de 2018 cientos de universitarios se levantaron decididos a recuperar la libertad, la democracia y la justicia en Nicaragua, pero transcurridos dos años la esperanza de un cambio real se ha ido perdiendo.

Según los datos oficiales, del total de casos, todavía hay 7,933 activos y 474 personas fallecidas por el virus, pero el número de probables es de 817.

Los nacionales se encuentran varados en Islas Caimán, Honduras y El Salvador. El régimen impide que entren a territorio con el argumento de que ha cerrado las fronteras.

El Minsa insiste que en Nicaragua solo hay un caso activo de coronavirus. En las últimas 24 horas se desestimaron cuatro casos sospechosos, pero otras cinco personas fueron captadas con síntomas.

Sacerdotes en el exilio reviven los recuerdos de abril de 2018, cuando el pueblo despertó y los jóvenes salieron a protestar en Nicaragua.

Para muchos ciudadanos hay un sabor amargo porque en la práctica, la represión es igual o más cruda que en 2018. Especialistas aseguran que hay importantes avances y resultados concretos que favorecen a la búsqueda de la justicia.

Daniel Ortega y Rosario Murillo “no pueden continuar en la conducción del Gobierno de Nicaragua”, afirma la Coalición Nacional al cumplirse dos años del inicio de la Rebelión de Abril. Estados Unidos respalda la propuesta.

“Si el incendio no se hubiera atendido en los primeros cinco minutos, estuviéramos hablando de entre 80 y 100 tramos quemados”, informó el jefe de los Bomberos.

Michael Kozak, acusó a Daniel Ortega de arriesgar la seguridad del personal de Salud prohibiéndoles el uso de mascarillas para evitar contagios de coronavirus, y de emplearlas para esconder "a sus matones".

Nicolás Maduro culpa de todos los males a las sanciones internacionales. Pero el segundo de la diplomacia estadounidense lo refuta. Señala que las sanciones no le impiden comprar medicinas, alimentos y suministros agrícolas. El problema, dice Kozak, es la corrupción.