A casi un mes de la imposición de aranceles globales por parte del gobierno de los Estados Unidos, el dictador Daniel Ortega confrontó al presidente Donald Trump por sus políticas migratorias.
Rosario Murillo arremete contra los miles de exiliados: los llama “condenables” y asegura que jamás podrán volver al país. Mientras los insulta, sus remesas sostienen la economía.
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo profundiza su política de represión, consolidando un patrón de detenciones arbitrarias, tortura, censura y ataques sistemáticos contra la sociedad civil.
La dictadura de Ortega y Murillo mantiene como rehenes a cuatro periodistas, tres de ellos ya no ejercían, pero el régimen los castiga por haber informado.
Nicaragua recibe un puntaje de 14/100 en el Índice de la Corrupción, peor que Corea del Norte. En la región, el país se ubica por debajo de Haití y solo superado por Venezuela.
El periodista es acusado por supuesta tenencia ilegal de Armas y con esta detención, suben a 4 los periodistas apresados por motivos políticos en Nicaragua.
Un caso destacado es el del diputado indígena Brooklyn Rivera, quien lleva más de 400 días desaparecido sin que su familia haya recibido información sobre su paradero.
"Depravado", "pedófilo", "inmoral", "infame", "perverso" e "inhumano", son algunos de los términos que usan para referirise al Vaticano en una nueva nota de protesta.
Los exreos políticos desterrados a Washington mostraron su agradecimiento a todas las personas y organizaciones que gestionaron y coordinaron su liberación en Nicaragua.
El opositor matagalpino había cerrado sus redes sociales, incluso, se había retirado del activismo político; sin embargo, eso no le sirvió porque fue arrestado.
Los 222 nicaragüenses desterrados urgieron a la comunidad internacional a intensificar la presión sobre la dictadura de Ortega-Murillo para lograr la liberación inmediata de las decenas de presos políticos que permanecen injustamente encarcelados en condiciones inhumana.