Sullivan se despide de Nicaragua tras una misión diplomática marcada por la represión
El exembajador destaca que apoyó con esperanza el fallido Diálogo Nacional que se "estropeó de manera temprana" y calificó como brutal la represión de Ortega contra sus ciudadanos.


- mayo 20, 2023
- 10:07 AM
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En lo que serían sus últimas palabras como diplomático estadounidense en Managua, Kevin Sullivan lamentó que el régimen de Daniel Ortega "estropeara” el Diálogo Nacional que su misión apoyó para solucionar la crisis sociopolítica que vive el país desde hace cinco años, también calificó de brutal la represión policial y parapolicial contra los ciudadanos que desde el 2018 piden cambios en el país.
En un video de contenido muy emotivo y de cuatro minutos de duración, Sullivan, expresó su cariño por el país en el que vivió por cuatro años y medio, y dónde nació su hijo menor Santiago, al que llamó “el gallopintero”. Destacó la respuesta que su país dio a las emergencias de los huracanes que azotaron el Caribe nicaragüense durante su periodo de embajador y las millones de vacunas que donaron para el país, mientras atacaba la pandemia del Covid-19.
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Sullivan asumió su cargo diplomático en noviembre del 2018, en momentos difíciles para Nicaragua por las protestas sociales que estallaron en abril de ese año. Ha sido el embajador al que el régimen han atacado con más ferocidad por sus llamados a una salida democrática en Nicaragua y respaldar la denuncia de violaciones a los derechos humanos.
DEFIENDE DIALOGO QUE RÉGIMEN HUNDIÓ
Sullivan, señaló en su video -al que agregó imágenes de diferentes partes del país que visitó- que disfrutó de intercambios, emprendimientos, investigaciones, exportaciones viajes y talleres con estudiantes, con maestros, pequeños y grandes empresarios del país, con campesinos y obreros; artistas y técnicos ; religiosos y periodistas en proyectos que su misión diplomática apoyó.

Dijo que apoyó también “el diálogo político con la inclusión de diversos líderes con un propósito noble y que ofreció grandes esperanzas para el país pero que se estropeó demasiado temprano”. Señaló que recordaba “la brutal represión que ocurrió antes y después y que ha dejado profundas cicatrices, las cuales deberían ser sanadas para que Nicaragua pueda convertirse en el país vibrante e inclusivo que está destinado a ser”.
La embajada de Estados Unidos en Managua nunca ocultó su participación directa en las liberaciones de presos políticos que la dictadura Ortega-Murillo ha acumulado desde la rebelión de abril de hace cinco años. Lo hizo en 2019 y en febrero pasado, fue su país el que facilitó el transporte y el recibimiento de 222 prisioneros políticos que Ortega secuestró hace dos años, entre ellos siete precandidatos presidenciales a los que encarceló para evitar que "le hicieran sombra" a su cuarta reelección consecutiva en las votaciones del 2021.
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“Por supuesto nunca olvidaré la dramática liberación el 9 de febrero de este año de 222 personas detenidas injustamente, de lo cual nos sentimos muy contentos de haber facilitado esa operación, que demostró nuestro profundo compromiso con el bienestar y las legítimas aspiraciones de todos los nicaragüenses de vivir en libertad”, dijo Sullivan al respecto.
LAS VACUNAS DONADAS
La salida del embajador Sullivan de Nicaragua y la llegada de Kevin O’Reilly, como “encargado de negocios de largo plazo”, son consecuencia de la falta de acuerdo entre Washington y la dictadura.
Es vista por analistas, no como un síntoma de ruptura diplomática, pero sí una muestra del su deterioro como consecuencia del comportamiento autoritario de Ortega, que exige reconocimiento a sus desmanes en nombre del respeto a la soberanía del país.
En una nota de Cancillería de 2021, por ejemplo, el régimen se quejó de que Sullivan se expresaba continuamente, de manera directa e indirecta en detrimento “de las decisiones institucionales y de las políticas nacionales independientes, de un país independiente, que no era colonia de nadie”. Mismos términos utilizados por el régimen para atacar a cuanto país se ha negado a verlo como una administración legitima, producto de la voluntad popular. Pasó con Colombia, El Vaticano, España y otros miembros de la Unión Europea (UE).

Pero la diplomacia del régimen nicaragüense ha sido errática la mayor parte del tiempo. En el caso de Estados Unidos, un día los atacaba, y al otro les agradecía sus donativos, como los recibidos durante las secuelas de los huracanes Eta y Iota o las dosis de vacunas que envió en tiempos de pandemia.
“Me siento especialmente orgulloso de la forma en que los E.E.U.U respondió a las necesidades que enfrentó Nicaragua tras el paso de dos huracanes de categoría cuatro en el 2019. (...) Después vino la pandemia que tuvo consecuencias terribles durante la cual brindamos la información más clara posible sobre los riesgos del virus y aportamos millones de vacunas gratuitas”, destacó el funcionario.
Sullivan dijo que volvía a su hogar en Washington, pero que él y su familia, dejaban sus mejores deseos y profundo agradecimiento a toda los nicaragüenses por su apoyo y su amistad. Dijo, citando a un icono del béisbol estadounidense, que "era difícil hacer predicciones especialmente sobre el futuro, pero que tenía la seguridad de que nos veremos nuevamente en los próximos años. Hasta pronto”, se despidió.