Periodistas o propagandistas, la labor del periodismo oficial en Nicaragua

Trabajan bajo un férreo control de la familia presidencial y del partido FSLN y más que hacer periodismo, viven adulando a los Ortega-Murillo.

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  • marzo 02, 2024
  • 01:47 AM

En el marco del Día Nacional del Periodista en Nicaragua, es necesario reflexionar sobre la realidad que enfrentan los periodistas y comunicadores oficialistas en el país. En un contexto donde la libertad de prensa está secuestrada por la dictadura Ortega-Murillo, los profesionales de los medios enfrentan serias limitaciones en el ejercicio de su labor.

Los periodistas oficialistas se encuentran en una posición delicada, trabajando bajo el control de la familia presidencial y del partido FSLN. Su labor se ve restringida por una serie de prohibiciones que limitan la capacidad de informar con veracidad y objetividad.

Estas restricciones incluyen la imposibilidad de decir la verdad si va en contra de los dictados del régimen, la prohibición de investigar la corrupción estatal, y están obligados a no cuestionar nunca el discurso oficial.

En este contexto, los periodistas oficialistas tienen que alabar al orteguismo-murillismo, elogiar sus acciones, y retratar a los Ortega-Murillo como los mejores gobernantes del país, dejando de lado cualquier forma de periodismo crítico y objetivo.

No se les debería llamar periodistas, sino aduladores, reproductores del discurso oficial, sin el menor impulso hacia el cuestionamiento y la crítica.

No se les debería llamar periodistas, sino aduladores, reproductores del discurso oficial, sin el menor impulso hacia el cuestionamiento y la crítica. Sólo viven agachando la cabeza, y algunos de ellos, los que tienen espacios propios, metiendo la mano en el presupuesto publicitario estatal.

El silenciamiento de las voces disidentes, y la censura de las denuncias de la población, son prácticas habituales que perpetúan un clima de propaganda en lugar de información veraz.

Lamentablemente, los periodistas oficialistas se enfrentan a graves consecuencias si intentan denunciar violaciones a los derechos humanos, o exigir libertades fundamentales, democracia y el respeto al Estado de Derecho. La represión y el encarcelamiento son el destino probable para aquellos que desafíen el ambiente de terror impuesto por el régimen.

En este Día Nacional del Periodista en Nicaragua, es fundamental recordar y solidarizarse con aquellos comunicadores que luchan por la verdad y la justicia, a pesar de las adversidades impuestas por un régimen autoritario. 

La defensa de la libertad de prensa y el respeto a los derechos fundamentales son pilares indispensables para una sociedad democrática y pluralista. Los propagandistas se han puesto en contra del pueblo que reclama libertad, escogieron el camino fácil de subordinarse a los dictados de la familia Ortega-Murillo, para disfrutar de algunas prebendas.

(*) Nicaragüense con Master en Ciencias Políticas: Política Global, de la Universidad de Malmó, Suecia.

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