A casi un mes de la imposición de aranceles globales por parte del gobierno de los Estados Unidos, el dictador Daniel Ortega confrontó al presidente Donald Trump por sus políticas migratorias.
Rosario Murillo arremete contra los miles de exiliados: los llama “condenables” y asegura que jamás podrán volver al país. Mientras los insulta, sus remesas sostienen la economía.
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo profundiza su política de represión, consolidando un patrón de detenciones arbitrarias, tortura, censura y ataques sistemáticos contra la sociedad civil.
El abogado Reed Brody, miembro del Grupo de Expertos de la ONU para Nicaragua, critica las reformas constitucionales y compara a la dictadura con una monarquía absoluta.
Aprueban reforma constitucional que desaparece la figura de poderes del Estado y todo el control queda en manos de Ortega y Murillo. Una dictadura en toda regla.
La dictadura no permite el arribo oficial de vuelos con deportados de Estados Unidos desde octubre de 2019. El mensaje de Trump a Petro de Colombia también aplica para Ortega.
Las reformas constitucionales demuelen cualquier vestigio del régimen democrático, suprimen derechos y libertades, y aseguran la continuidad en el poder de la familia Ortega-Murillo.
Rosario Murillo celebró el regreso de los paramilitares a Masaya ahora como cuerpo de seguridad instaurado en la Constitución, seis años después de ejecutar la sangrienta "Operación limpieza".
Opositores nicaragüenses creen que la visita de Marco Rubio es una oportunidad para pedir mayor presión contra las dictaduras de la región y abogar por los centroamericanos en riesgo por las nuevas políticas migratorias