Desentierran a una mujer 28 días después de muerta en Bilwi porque en un sueño dijo que “estaba viva”

Una familia de Bilwi, Puerto Cabezas, desenterró esta semana el cuerpo de una mujer 28 días después ser declarada oficialmente muerta. Lo hicieron tras un “sueño” en que se les habría revelado que su pariente seguía viva. Este es el segundo caso de exhumación de cadáver que se registra en el Caribe Norte de Nicaragua sin intervención ni sanción de las autoridades.

La mujer que murió a los 50 años habitaba en la comunidad indígena de Bihmuna. Radio Bilwi Stereo confirmó que se trata del cadáver de la ciudadana Herta Zacarias, quien falleció el 24 de abril en un hospital de Managua.

Ahí sus restos permanecieron durante 10 días en una morgue a la espera de ser retirado por sus familiares. Finalmente, la enterraron el 4 de mayo.  

Esta semana, el 22 de mayo, 18 días después del entierro decidieron exhumar el cadáver sin intervención de las autoridades sanitarias o policiales. 

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Lo hicieron porque la fallecida les había dicho en sueño que “seguía viva” y les habría pedido que la sacaran de la bóveda. Después de desenterrarla, se llevaron el cuerpo para ir velarlo nuevamente a su casa y según lugareños, hasta en horas del mediodía de ayer jueves 23 de mayo, aún no habían vuelto a sepultar sus restos.

FALTA INTERVENCIÓN DE LAS AUTORIDADES

Este es el segundo caso de exhumación de cadáver que se conoce en el país en lo que va del año, sin que se conozca intervención de las autoridades. Tampoco se ha informado de sanción a quienes lo han hecho sin autorización.

Según la legislación nacional vigente, la exhumación de cadáveres o restos humanos solo se podrá hacer en los cementerios autorizados por el Ministerio de Salud, cumpliendo con los requisitos de la Ley General de Salud y el Código Sanitario.

El primer caso ocurrió el  15 de febrero en el cementerio municipal de Waspam, Caribe Norte. Los restos de una joven de 23 años fueron exhumados tres días después de haber  sido sepultada.

En esa ocasión  sus familiares pensaron que  la  joven ya fallecida golpeaba la bóveda en señal de que aún estaba con vida.

Sin ningún tipo de autorización llegaron a exhumar el cuerpo y lo mantuvieron por tres días en la casa. Cuando empezaron a ver el proceso de descomposición, volvieron a enterrarla.