El Minsa promueve la apertura de ocho centros de rehabilitación para personas con adicciones, gestionados por una fundación de la que no se conoce registro y cuyos miembros permanecen en el anonimato.
Los dictadores nicaragüenses saludaron la elección del nuevo Papa, el gesto, sin embargo, choca con la realidad en Nicaragua, donde la Iglesia católica es perseguida, silenciada y criminalizada
El premio les ha dado la oportunidad de tener encuentros al más alto nivel en la Casa Blanca, el Departamento de Estado, Congreso y medios estadounidenses donde han hablado por las madres, la Iglesia y los presos políticos.
Condenan la represión contra la Iglesia y la criminalización de la solidaridad a las madres en huelga de hambre en Masaya. El llamado a Europa es claro: “Sanciones a la dictadura”.
“Quiero decir que están pidiendo el cambio de los sacerdotes de Masaya, y si nos vamos, nuestra conciencia no fue comprada”, dijo el párroco de la iglesia San Juan Bautista, asediada por turbas este jueves.
El asedio a la parroquia del padre Román se ha convertido en el símbolo de los embates que por segunda vez en la historia la Iglesia católica nicaragüense sufre bajo un mandato de Daniel Ortega. En los 1980, ni el entonces Papa Juan Pablo II, se salvó de ser irrespetado.
El Departamento de Estados Unidos llamó a la dictadura a cesar la represión y le advirtió que está listo para emplear los instrumentos políticos y diplomáticos para terminar con la crisis en Nicaragua.
El Departamento de Estado urge al régimen a cesar asedio en la parroquia San Miguel y le advierte: Estados Unidos “está listo para usar todos los medios económicos y diplomáticos”.
El médico que atendió a las madres en huelga de hambre en Catedral de Managua fue secuestrado la tarde del martes. Hoy fue liberado y le advirtieron: “Tuvo mucha suerte, hay desaparecidos que nunca van aparecer”.
En Rivas, la Policía mantiene preso desde hace cinco días a un hombre que pasó por una calle donde un grupo de opositores ondeaban banderas. “Lo confundieron”, denuncian sus familiares.
La CIDH solicitó acceso a Nicaragua para monitorear la situación en terreno. La ONU también quiere volver, pero el régimen se resiste al escrutinio internacional en materia de derechos humanos.